Son muchas las afecciones que se relacionan con la pérdida auditiva o hipoacusia. Como en muchos otros casos, resulta fundamental estar atentos a los síntomas que nos dan la alerta y nos permiten detectar las dolencias lo antes posible, aumentando así las opciones de tratarlas.
Esta enfermedad del oído se trata habitualmente con una combinación de antibióticos y analgésicos contra el dolor. Aunque la perforación acostumbra a curarse por sí sola en un plazo de entre ocho y diez semanas, los especialistas pueden colocar parches en el tímpano afectado para agilizar esta recuperación. Es necesario acudir a un otorrinolaringólogo para que revise tu caso concreto y te ofrezca la mejor solución.
El tímpano es la membrana que vibra cuando recibe las ondas sonoras. Si tiene una perforación o cualquier tipo de abertura, la vibración se ve comprometida. Los síntomas, cuando se produce una perforación o una lesión similar en el tímpano, son:
La sordera súbita es una pérdida repentina e inexplicable de la audición que habitualmente afecta solo a un oído.
Una forma común de tratar esta afección es con corticosteroides para reducir la inflamación. Si se identifica la causa, se trata directamente, como usar antibióticos para una infección.
Algunos pacientes se percatan al despertarse por la mañana de que han perdido la audición en un oído. Otros, escuchan un sonido fuerte en el interior del oído antes de sentir que no pueden escuchar nada. En ocasiones, también aparecen otros síntomas como mareos, zumbidos o sensación del oído lleno.
Los tratamientos también son distintos. El abordaje más habitual de una cofosis unilateral es el uso de un aparato auditivo, mientras que en los casos de anacusia bilateral se coloca un implante coclear.
Los oídos tapados y las alergias se manifiestan comúnmente a través de otitis externas que provocan dolor de oído y, a menudo, picores.
Síntomas
Tratamiento
Con el término síndrome de Waardenburg se hace referencia a una enfermedad congénita que provoca pérdida auditiva, alteraciones del color de los ojos, de la piel y del cabello y cambios en la forma de la cara.
El tumor de oído puede ser canceroso (maligno) o no canceroso (benigno). Es una enfermedad muy rara, que afecta solo a una o dos personas por millón, normalmente después de los 55 años. Se trata de neoformaciones poco habituales que, en la fase inici